

Aprovechar al máximo la luz natural que ofrecen, por una cuestión de eficiencia energética, pero también porque la luz natural da alegría, vitalidad y realza cualquier estilo. Una casa con buena luz natural es un tesoro decorativo.
Si tienes una ventana con una hermosa vista, céntrate en atraer ese paisaje hacia el interior. Puedes usar cortinas ligeras y de colores claros para no obstruir la línea natural de la mirada, instalar espejos de forma estratégica en los muros cercanos para rebotar el paisaje hacia dentro, o pintar el marco de la ventana de un color llamativo para darle más presencia y protagonismo.
Si, por el contrario, tus ventanas no tienen lindas vistas, puedes invertir en cortinas que te ayuden a cubrir y a crear una barrera ligera entre tu espacio personal y lo que no te gusta en el exterior. Sin embargo, es importante que sigan siendo funcionales para ventilar y cambiar el aire.
También puedes hacer combinaciones para conseguir un efecto
diferente, lo importante es que tus ventanas estén siempre vestidas. Otra opción es usar plantas dentro y fuera de las ventanas para rematar tu decoración. Y, también, que coloques luz artificial en distintos puntos de la habitación para completar tu esquema.